Esta flor recibe este nombre ya que cae recordando el mito griego, como si estuviera reflejándose en el agua.
Empiezan a florecer en febrero.
Hace muchos años, en 1985, pasé unos meses en Manchester (Reino Unido), y dio la casualidad que era otoño; las tiendas vendían bulbos y me quedaba fascinada. Por aquel entonces, España aún no era miembro de la CEE, y aquí se vivía de otra manera, no voy a entrar en detalles. Cuando me vine, la maleta venía repleta de bulbos de otoño, galletas y chocolatinas.
Las galletas y las chocolatinas nos las comimos, y los bulbos, los planté. Recuerdo que iban tulipanes, los cuales se perdieron al año siguiente, y también planté narcisos. Después de...26 años, aún siguen floreciendo. En breve pondré alguna foto. Están en casa de mi madre y este año de momento no tienen flor, es algo pronto.
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